Whigman Montoya Deler. Santiago de Cuba, Cuba, 1973. Licenciado en Letras por la Universidad de Oriente, Cuba, 2000. Master en Estudios Cubanos y del Caribe, Universidad de Oriente, 2006.
Ha sido profesor de Español como lengua Extranjera por más de 14 años en la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, la Universidad de La Habana y Tianjin Foreign Studies University, Tianjin, China, donde además impartió Literatura Española y Latinoamericana. Además, fue profesor de Historia de la Cultura de Iberoamérica y el Caribe en la Facultad de Español como Lengua Extranjera de la Universidad de La Habana (FENHI). Obtuvo una mención en la 16° edición del concurso de Poesía Luisa Pérez de Zambrana en el año 2001.
HALLOWEEN
Cucurbita máxima
Once libras de lágrimas.
Con qué calabaza ahuyentarás al diablo
qué amuleto se lleva en un estómago vacío
qué luz se traga e ilumina el rostro del hambre
si te cierran las ventanas.
LOS BENJAMINES DE LA PATRIA
Árbol y sombra invitan a reunirse
ramas y crepúsculo vespertino
atraen a las aves en bandadas.
El árbol frondoso es un peligro
ellos podrían disentir
sus raíces se comunican
se ayudan, se dan la mano.
Una hermandad de Ficus Benjamina
en la Ciudad Rebelde
es vista con recelo
pueden mover los cimientos
sacar lo más profundo de sus raíces
romper el cemento y hasta el miedo.
Hay quienes de tanta desconfianza temen
hasta de los árboles
plazas y parques.
Que si el excremento de las aves… que si las
hojas…
que si los frutos caídos…
Los paranoicos realmente le temen a su
sombra
a sus conversaciones de pasado y presente
a que sigamos el ejemplo de las aves ruidosas
en bandadas.
Un viejo gremio de Ficus Benjamina
en la ciudad rebelde
es sustituido por árboles jóvenes:
que si estos no mueven los cimientos…
que si no mudan sus hojas… que no son tan
frondosos.
Pero ellos cayeron en su propia ignorancia
de pensar que el poder te hace sabio
y que un pequeño árbol no es un peligro.
Ellos crecen, mueven cimientos
porque esos árboles ya sembrados
son también de Ficus Benjamina
mueven hasta las sombras.
TREE SEÑORES NO PERMITEN A MOISÉS
ENTRAR A CAANÁN
Euphorbia lacteal
Atajanegro, cerca viva, espinosa.
…señor
usted siempre ha mostrado a sus siervos
el poder.
No hay otro señor en la tierra
o debajo de ella
que haga esto:
partió un mar de pueblo en dos
la finca prometida
expropiada.
Tierra nuestra.
Su milagro de éxodo hacia nosotros
y todas aquellas ciudades bajo mandato
propuestas a destrucción.
No dejó a nadie con vida
sino con media vida.
Tomó el ganado y las cosas de valor:
el oro de las minas y naufragios
el de la mano de los casados
el de la oreja de la niña
el del diente del abuelo
y los muertos.
señor
un octogenario añora el otro lado del agua
ese que todavía ríe
con su pedazo de mina de oro.
Hace doce años una mujer se desangra
es una madre; dice: si tan sólo pudiera tocar su
mano.
Y hay un Jairo
a quien le han avisado: tu hija ha muerto.
Pero usted siempre ha venido antes de tiempo
para castigarnos
expulsar sus demonios
recordarnos que los cerdos no hacen puente.
Usted responde: basta, no me hablen de ese asunto.
Se enoja por su columna
de nube y de fuego que no lo deja ver
y nos pide: miren desde lejos
precisamente usted
señor
que nunca nos ha hablado cara a cara.
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